La rosa damascena (Rosa damascena) ofrece uno de los aromas más emblemáticos y apreciados en el mundo de la perfumería. Su fragancia es profundamente floral, aterciopelada y compleja, con matices dulces, especiados y ligeramente cítricos. El aroma de la rosa es a la vez elegante y sensual, evocando delicadeza y feminidad.
Cultivada desde tiempos antiguos, la rosa damascena es especialmente valorada en Bulgaria y Turquía, donde se producen los mejores aceites esenciales de rosa. La recolección de las flores debe realizarse al amanecer, cuando su aroma es más intenso.
En la perfumería, la rosa es considerada la «reina de las flores» y constituye uno de los ingredientes más valiosos. Su complejidad olfativa incluye más de 300 compuestos diferentes, lo que explica su riqueza aromática y su capacidad para combinar con casi cualquier otro ingrediente.
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